Mientras Indiana ya tenía el primer caso de contagio hace más de tres meses, mucho más tarde el Covid-19 alcanzó Orellana. Al principio, como tantos otros lugares, no contaba con las pruebas rápidas, así que no se supo realmente si hay enfermos y cuántos. La sra. Mariana Gil, nuestra misionera laica y oriunda del lugar nos informaba que la gente estaba prevenida por parte de la parroquia, la Municipalidad y los profesores. No hubo novedades y la gente realizaba sus actividades normales en las comunidades, en Orellana misma guardaban la cuarentena, pero todo transcurría en tranquilidad.

Hasta que llegaron las pruebas y la Dra. Patricia Francia del lugar se reportó con los primeros casos positivos. Hasta la fecha (23 de junio) cuenta con 40 positivos, 35 sospechosos y 2 muertes.

El Vicariato colaboró a tiempo con el Centro Médico de Orellana con una caja de medicinas, un concentrador de oxígeno como también equipos de protección personal. Un kit sencillo de medicinas y protectores compartió también con Mariana.

Además a las personas más vulnerables, exactamente a  50 adultos mayores, Mariana con su equipo de colaboradores, repartió un poco de alimentos y artículos de limpieza como jabón y alcohol, que ofreció el Vicariato según la petición enviada por la responsable de la parroquia. Todos los abuelitos/as fueron visitados en su casa con un mensaje de esperanza y consuelo.

Las fotos ilustran esta entrega de pequeñas canastas como también una firma de actas de donación realizada por parte de la Dr. Patricia Francia y Sra. Mariana Gil por la de la parroquia.

La doctora Patricia, se dirigió con un sincero agradecimiento verbal al Equipo Covid-19 Vicarial, ya que todos los insumos son de mucha utilidad y siendo prácticamente sola en su Puesto de Salud, se sintió respaldada y animada por la Iglesia.

Igualmente lo sintieron los abuelitos/as con la Sra. Mariana, agradecidos y felices que se pensó en ellos, los humildes de este pequeño terruño en la desembocadura del río Napo.