“Me siento animado por el Espíritu”. Jesús María Aristín asume como obispo de Yurimaguas

El Vicariato Apostólico de Yurimaguas festejó, el último 8 de diciembre, la ordenación de Monseñor Aristín como obispo. Con presencia de varios obispos, la ceremonia estuvo presidida por el cardenal Pedro Barreto en la Catedral Virgen de las Nieves. Como señal del compromiso y cercanía con los pueblos indígenas, lució la tawasa (corona de plumas) obsequiada por el grupo de diáconos del pueblo achuar que llegaron desde la frontera con Ecuador para su ordenación.

Como es costumbre en toda ceremonia importante, las primeras filas han sido reservadas para las autoridades. Es martes, 8 de diciembre de 2020, y estamos en Yurimaguas. La Catedral de la Virgen de las Nieves se ha vestido de gala. Es un día para la historia. Tras casi 90 años desde su edificación, es la primera vez que un obispo es ordenado bajo los arcos neogóticos que la caracterizan.

Esas primeras filas llaman poderosamente la atención. De un lado, ternos, corbatas y zapatos bien lustrados. Del otro, coronas de plumas (tawasa), coloridos adornos confeccionados con semillas de huayruro (etse tsukaptai) y pies descalzos. Son los pies de Puanch, Santia, Yuran, Shainkian, Kuyach y Chuwim. Los seis han viajado por días desde el río Pastaza, en la frontera de Perú y Ecuador. De hecho, los dos últimos proceden del vecino país. Todos lucen el mismo peinado. Pelo largo y ligeramente ondulado amarrado en la parte de atrás. Junto a los misioneros salesianos Diego Clavijo y Agustín Togo, se ubican en las dos primeras filas del templo porque, a todos ellos, también se les considera autoridad.

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