EN LA AMAZONÍA, LO MEJOR DE LA VIDA Y LAS NOTICIAS IMPORTANTES, SE COMUNICAN EN LA VEREDA Y POR ALTO PARLANTE, TAMBIÉN LA EVANGELIZACIÓN. Y, ¿EN ESTE TIEMPO DE PANDEMIA?…
¡Hola! Te saludo deseando que tengas paz, en medio de tantas incertidumbres y angustias de este momento histórico que nos toca vivir.
Que ¿cómo nos comunicamos en los pueblos de la Amazonía? Pues lo más común y, al mismo tiempo, lo más gozoso, es la comunicación de persona a persona, cuando te encuentras a tus familiares y amigos por la vereda; la vereda, se convierte en una plataforma de comunicación insustituible y eficaz. Además, en cada pueblo y centro poblado, existen, por lo menos, un alto parlante por el que se transmiten los saludos de cumpleaños, los anuncios de ventas, las noticias importantes de la población y de la humanidad.
En Pebas, en la evangelización también se ha usado este medio tan normal y tan ricamente gozoso. Sin embargo, nadie nos puede negar que, el mundo –por la pandemia- cambió.
Es así, como el equipo misionero de Pebas, conformado en este momento, por: Belén, una laica del norte de Perú, con más de 40 años por esta Tierra de Amor; por tres religiosas mexicanas de la Congregación “Esclavas Misioneras de Jesús” (EMJ); y, por dos jóvenes de este Distrito, pre aspirantes a la vida religiosa en la misma Congregación; en este tiempo de pandemia, donde la movilización está restringida, hemos tenido que incursionar –con pocos medios– en otras plataformas.
De este modo, en la misión hemos pasado de realizar nuestra acción evangelizadora mediante las plataformas convencionales de nuestro puesto de misión (la vereda y el alto parlante de la Parroquia) a plataformas digitales de radio y televisión, y de redes sociales.
Con la colaboración del Sr. Felizandro López Vela, director de la radiodifusora local “Radio Amistad” que transmite por la frecuencia 90.9 FM, el día de hoy hemos realizado la primera transmisión de la Celebración de la Palabra para todo nuestro Distrito, y es una gran alegría poder haber llegado, sin el uso de una movilidad fluvial y de horas de navegación por el Río Amazonas (donde por cierto, nos ha tocado compartir la Palabra de Dios a medio río, de embarcación a embarcación con el uso de un megáfono), a la mayoría de los caseríos de nuestro puesto de misión.
Además, desde el primer domingo del mes de febrero, con el apoyo de la Municipalidad Distrital de Pebas, hemos podido transmitir la Celebración Dominical a través del Canal 7 de la TV Municipal, entrando a los hogares por los equipos receptores de televisión de los habitantes de nuestro pueblo de Pebas.
Eso sin contar que, mediante la comunicación personal, de grupos y listas de difusión de WhatsApp, con mayor frecuencia podemos llegar a todos los miembros de los distintos grupos y pastorales de nuestra Parroquia. Además de la oración comunitaria a través de los alto parlantes que realizamos diariamente en este tiempo de pandemia.
Tenemos muchas limitaciones: las restricciones propias del estado de emergencia; la poca amplitud de las ondas de los alto parlantes de nuestra Parroquia y equipos bastante antiguos; internet con poca velocidad (y hay días que no hay), por tanto, no podemos acceder a las redes sociales y plataformas digitales, además que, pasamos horas enviando un audio o video en los chats de WhatsApp; radio local con pocos medios, hacen falta muchas implementaciones que mejorarían el alcance; televisora tan local que solo tiene recepción en el pueblo… En fin, son muchos los inconvenientes, pero son más, los deseos de hacer hasta lo imposible por comunicar la noticia de vida, de verdad, de paz, de luz que nos da nuestro Padre Dios, y que hace más de dos mil años nos pidió que, incluso, la proclamemos desde las azoteas (cfr. Mateo 10, 27).
Hasta aquí nuestra nota por este día, mi abrazo fraterno y mi oración desde Pebas, Tierra de Amor.
Rosalba Soto Enríquez, EMJ.