“El río no nos divide, sino que nos une”. Escuela de animadores en el Alto Putumayo

Cerrar las fronteras desde los centros urbanos desconociendo el tejido social que allí se entreteje, es a menudo normal en estos tiempos. Sin embargo, las dinámicas en la “fronteras” son otras, pues los ríos limítrofes lejos de ser muros divisorios, son aguas que unen familias, culturas y territorio.

Teniendo en cuenta que el río nos une y no nos divide, misioneros y misioneras que vivimos en la cuenca alta del Putumayo (Vicariatos San Miguel de Sucumbíos, – Ecuador-, Puerto  Leguízamo Solano-Colombia y San José del Amazonas- Perú), y  siendo aliados de  diversos pueblos nativos, desde hace tres años  hemos logrado romper las fronteras  y unirnos para realizar una escuela de “formación de animadores, catequistas y misioneros con pensamiento y corazón amazónico trifronterizo en diálogo intercultural”.

Este tejido elaborado a lo largo de seis canastos (encuentros), intenta realizar una pastoral de conjunto entre iglesias hermanas en esta, nuestra Amazonía.

José  Fernando Flórez  Arias, imc.

Responsable- Misión Putumayo