Tras años después, la Asamblea Vicarial, que tuvo lugar en Indiana del 15 al 21 de marzo pasado, ha concluído el camino de elaboración del Plan Pastoral, que se inició a mediados de marzo 2020. Ha sido un proceso sinodal de discernimiento y decisión, como definimos el Plan, que no es un papel, sino una experiencia de convergencia a la luz del Sínodo de la Amazonía y de los sueños del Papa Francisco en “Querida Amazonía”.
Todos los puestos de misión participaron: misioneros, agentes pastorales, laicos… En una primera etapa todos aportaron a la tarea de dibujar la situación social, económica, política, ambiental, religiosa del vicariato con el mayor realismo y rigor posibles para conformar el Marco situacional.
La navegación continuó reflexionando y discerniendo acerca de los elementos que debían integrar el Propósito; y así, en la Asamblea 2022 quedaron definidos la misión, la misión y los valores: lo que somos y lo que hacemos, a dónde queremos llegar, qué queremos lograr como Iglesia amazónica y con qué estilo.
El estudio de los documentos, el debate, la escucha mutua y el diálogo descubriendo los puntos más relevantes y significativos para nosotros hoy, condujo a la composición del Marco doctrinal, en agosto 2022. Por último hemos elaborado los Objetivos estratégicos adonde apuntaremos durante los próximos cinco años, con lo que el Plan quedó terminado.
Todos los miembros de la Asamblea valoraron el resultado como excelente, el itinerario ha sido apasionante, y ahora toca dirigir la proa hacia los horizontes identificados y compartidos, para ir plasmando una Iglesia con rostro y shungo (corazón) amazónicos.