Primeros días del nuevo equipo misionero en Tacsha Curaray

Han sido días emocionantes donde hemos visto la mano de Dios en cada persona y detalle. En este largo aterrizaje en la realidad, este fin de semana nos ha permitido pisar tierra más firme, nuestro nuevo hogar. Nos recibió así la comunidad en el sencillo puerto de Santa María de Tacsha con guitarra y cantos de niños, jóvenes y adultos.

Hemos sido recibidos con una hospitalidad, generosidad y sencillez extraordinaria. A pesar de la ausencia de misioneros durante 13 años en el puesto, hemos sido testigos de su entrega alegre y perseverancia en el servicio de las capillas. Entre las oraciones compartidas, también comenzamos a vislumbrar las problemáticas de las comunidades y el gran campo de trabajo que tenemos por delante de acompañamiento de diferentes procesos.

Mientras nos aclimatamos a las condiciones y las dinámicas del pueblo, también hemos ido organizando nuestra estadía en el lugar, ya que aún no tenemos casa habilitada. Nos toca ser pacientes, pedir ayudar a la comunidad con nuestro hospedaje y esperar a agosto, mes en el que comenzará la rehabilitación de la futura casa de los misioneros.

Ahora comienza nuestro mes de inmersión en Santa Clotilde, donde conviviremos con los misioneros del puesto y aprenderemos de su experiencia y formas de habitar las poblaciones del río Napo. Continuamos emocionados, con ganas de aprender y formar parte de esta gran familia eclesial del vicariato.

Carmen, Alfonso y Jesús