
Nuestra asamblea ha sido la oportunidad para abrir el espíritu a la escucha, de la mano de Brigit Weiler y ser así capaces de tejer, en la clave del cuidado y el apoyo mutuo, la amistad y unidad con que seguir construyendo el reino. Fue la oportunidad de acoger al equipo itinerante que nos visitó, y también a nuevas incorporaciones para diferentes puestos de misión.