Angoteros

Misión Napuruna Pachayaya

Angoteros o con su nombre completo Monterrico de Angoteros,  es uno de los 15 Puestos de Misión del Vicariato San José del Amazonas, llamado Misión Napuruna “Pachayaya” (trad. Dios del espacio y del tiempo), ubicado en el río Alto Napo, relativamente cerca de la frontera con el Ecuador. Pertenece a la parroquia en Santa Clotilde.

Es parte del Distrito de Torres Causana, y aunque las sedes de los Puestos de Misión se encuentran habitualmente en las capitales del Distrito, esta vez no fue así. La capital está en Cabo Pantoja, aguas más arriba. Angoteros es simplemente un centro más poblado,  donde se ubica la casa misionera: rústica pero agradable con un balconcito con vista al río, sencilla, parecida a la de la gente y la Iglesia construida de cemento, que en el futuro no tan lejano necesitará una renovación. Además se encuentran en Angoteros las I.E de nivel Inicial, Primario y Secundario, el Internado y el Puesto de Salud con médico y varios enfermeros.

Su población es de aproximadamente 1.500 personas, homogénea de la cultura indígena kichwa. La Misión conforman 35 Comunidades aguas arriba y abajo de Angoteros (desde la Comunidad de Dos Fronteras  hasta  la de San Fernando), en las que habita promedio de 150 personas.

Todas son Kichwas, menos 2 comunidades Sekoyas, muy lejanas, (Puerto Estrella y Guajoya) que son atendidas por los hermanos evangélicos.  Sin embargo con una de ellas, que es Guajoya la misión mantiene cercanía y realiza visitas.

La misión “Pachayaya” tuvo mucha suerte a lo largo de su historia. Por 32 años, ininterrumpidamente, permanecía con estos pueblos el sacerdote franciscano Juan Marcos Coquinche, animando a los Kichwas a conservar su lengua, su cultura, su sabiduría ancestral, etc. Antes de morir, en el año 2006, vinieron a colaborar con esta misión 3 hermanas Mercedarias del Perú y duraron casi 9 años. Las siguió por un año el sacerdote oblato, OMI, Edgar Nolazco y en los tiempos actuales lo hace la misionera laica Dominik Szkatula, ya por espacio de 4 años.

Todos los misioneros mencionados intentamos a seguir las huellas que dejó Juan Marcos Coquinche como un legado, reconociendo esta misión como la que requiere una atención pastoral diferenciada.

Equipo misionero

Dominik Szkatula
Misionera laica

¿Cuál es el trabajo pastoral actual en esta misión?

Es evidente que una sola persona, por más que se rebuscara en conseguir temporalmente a muchos colaboradores para la misión no se abastece frente a las grandes necesidades y retos que se presentan en esta zona.

Se mantiene la formación de laicos Animadores, llamados aquí en su idioma kichwa Kuyllur runakuna, tanto en Angoteros como en las 35 Comunidades.

Esta formación se da a través de:

  1. los recorridos a todas estas comunidades hasta dos veces al año,
  2. dos Encuentros en la localidad de Angoteros
  3. participación en el CEFAC Vicarial
  4. participación en el CEFIR (Centro de Formación Intervicarial Runa (trad. gente) en Coca/ Ecuador ininterrumpidamente desde más de 18 años.

Se dedica a cada Comunidad un día. Cada una está informada con anticipación sobre la fecha de la llegada de los misioneros. La reunión se da con el pueblo en general y frecuentemente  con muchos niños. (son la mitad de la población en las estadísticas generales).

Los temas para las visitas o los encuentros arrancan de los que son tratados en las Asambleas Vicariales y otros que solicita la gente o son de necesidades del momento actual, como las elecciones, DD.HH., el alcoholismo, verdadero sentido de la Navidad, Pascua… Siempre utilizando la metodología de ver, iluminar, actuar y con los niños  además empleando el dibujo y el teatro. En general no pueden faltar los cantos, puesto que para la gente esta es la mejor manera de la evangelización.

CEFIR – es organizado por los hermanos capuchinos de Ecuador y gracias a su generosidad aprovechamos de enviar a este centro nuestros candidatos kuyllu runakuna por tres años con cursos de dos semanas dos veces al año.

Nuestros Animadores indígenas reciben allí una formación muy sólida en cuanto a cosmovisión kichwa, su espiritualidad, Biblia y Sacramentos.

En un recorrido se da los sacramentos que son prácticamente solo dos: el bautismo y el matrimonio. No hay una catequesis de una preparación mayor y anticipada. Pero antes de realizar los sacramentos se da una charla a la gente con el tema programado de una hora aproximadamente.

En Angoteros se mantienen celebraciones dominicales con los kyllur runakuna, se procura de visitar, con cierta frecuencia, al colegio dando charlas a los jóvenes, especialmente de secundaria, y acompañar a la gente en su vida diaria como mingas, fiestas, velorios, enfermos, compartiendo su aswa (masato) y su mikuna (comida) lo que la gente aprecia mucho en el misionero. Quiere recibirlo en su casa y en sus actividades. Se sienten reconocidos y valorados con estos gestos.

Se inició sencillos pero vivenciales talleres con las mujeres: de identidad cultural como también otros como el pintado de bolsas,  elaboración de collares típicos, costura y preparación de panetones, para que se reconozcan en sus habilidades y se valoren más en su dignidad.

¿Qué se pudiera o debería hacer en Angoteros, con un equipo más grande de misioneros?

 Lo primero sería tener la conciencia de una CONVERSIÓN. Dejarnos evangelizar por los hermanos kichwas, por su cultura, sus valores, sus ritos y mitos. Dejarse seducir por estas riquezas. Aprender el idioma, que es la puerta de entrada a una nueva cultura y cuando entramos recién podremos comenzar a dialogar acerca de Jesucristo y su iglesia con rostro indígena.

Lo segundo, que los temas fundamentales de nuestra evangelización a largo plazo serán la defensa de la Selva con su territorio, vida, cultura y la organización que prima para soñar con el desarrollo de los pueblos indígenas. Asesorar más a la federación ORKIWAN.

Y mientras se continúa trabajando con lo que ya hay, los otros trabajos pastorales que  urgen, serían:

Rescatar la juventud con su identidad y los valores de su cultura y los de la cultura cristiana. Dar más oportunidades de estudiar a las chicas, para que terminen la secundaria y tengan más elementos para discernir mejor su futuro y no ser candidatas seguras a madres muy prematuras.

Reforzar la formación de los profesores, que cayeron en mucha corrupción y escándalos (acosos sexuales con menores de edad que continúan con impunidad, venta de notas, pago de servicios con los programas de Qali Warma, robos de dinero a los jóvenes de la promoción, etc.) Tal vez, en futuro,  ¿crear  el convenio con el Vicariato? Existencia de un internado en condiciones infrahumanas. ¿Recuperarlo y dignificarlo?, puesto que muy pocos de esta zona puedan acceder al internado en Santa Clotilde.

La dedicación a la juventud cobra más importancia con la noticia que nuestro río Napo es RUTA DE NARCOTRÁFICO – esa noticia se manejaba muy cautelosamente, pero ya es sabido que sí, por aquí se transporta la droga y somos territorio con sembríos de coca.

El trabajo con la familia sería otra exigencia, hoy, para más que todo prevenir y erradicar la violencia familiar especialmente como consecuencia de abundante e incontrolable  consumo de alcohol.

Pakrachu. Samashu.

Dominik Szkatula