Parroquia San Pablo Apóstol
San Pablo es uno de los cuatro distritos de la Provincia de Mariscal Ramón Castilla, ubicado en el Departamento de Loreto. La labor misionera aquí consiste en atender y acompañar a los ex-enfermos del mal de «Hansen» que residen en la Casa San José (leprosario). Actualmente son 7 abuelitos en la casa y 20 en el pueblo con sus familias, los cuales también son monitoreados constantemente ya sea visitándolos o ellos acudiendo a la casa para revisión, o proveerles de material para curación.
Además ante la ausencia de sacerdote, el equipo tiene a cargo las funciones parroquiales: atención en el despacho parroquial, evangelización a través de parlantes desde la misma, celebraciones dominicales, liturgia diaria con el rezo del Santo Rosario, catequesis sacramental en coordinación con los catequistas, reforzamiento de la fe en los jóvenes y los niños a través de la pastoral juvenil y la infancia misionera, así como el servicio en el altar con los monaguillos y en la liturgia con el Comité «Señor de los Milagros”).
Por otro lado, el equipo misionero realiza el acompañamiento a los animadores cristianos y catequistas en 28 de las 42 comunidades que comprende el Distrito, realizando tres visitas al año y organizando dos encuentros parroquiales de formación y evaluación.
Equipo misionero
Reseña Histórica
Cerca del año 1930 más o menos, un movimiento de concentración de enfermos de lepra condujo a un lugar situado en la ribera derecha del Amazonas a 208.4 millas de Iquitos y que fue elegido como lugar de internamiento. Se dio a este sitio el nombre de San Pablo.
El servicio religioso fue restringido al pasaje ocasional de los agustinos españoles. En 1943, el Nuncio Apostólico, Mons. Centro se interesó por dar un capellán a los enfermos que se hacían más y más numerosos antes de la llegada de los franciscanos canadienses. Este capellán, el R.P. Agustín Gottardi, de la orden de San Camilo de Lima, ya había partido en el momento de la fundación de nuestra prefectura. El R.P. Leoncio Panneton, antiguo misionero en el Japón, fue encargado poco después de esta capellanía. Llegó a San Pablo hacia la mitad del año 1948.
La necesidad de religiosas se hacía más y más urgente. Después de largos coloquios con las autoridades gubernamentales, la decisión fue tomada. Se pensó, en primer lugar en una comunidad española, las Franciscanas Misioneras de María, establecidas en ciudad de Iquitos desde hacía varios años. Esta comunidad, en efecto, parecía interesada a tomar la dirección del leprosorio, pero la superiora general se vio obligada de rehusar «por no tener un personal competente» disponible.
A pedido del Nuncio Apostólico del Perú, Mons. Dámaso Laberge recurrió a una comunidad canadiense, las Hospitalarias de San José (Vallée-Lourdes, N.B.) que llegaron de buena gana a San Pablo el 15 de Septiembre de 1948, después de haber firmado un contrato con el gobierno por un periodo de diez años. En Septiembre de 1958 este contrato fue renovado y las religiosas tuvieron el pleno cargo de la administración por un nuevo periodo de cinco años.
TRADUCCION DEL CAPITULO 111 p. 77 a p. 110 del Libro «COUPS DE RAME» de GAETAN LAVOIE O.F.M. QUEBEC 1960.