Del 25 al 28 de mayo se llevó a cabo en Lima la asamblea de la Red Kawsay del Perú. Al acto asistieron 32 religiosas de diferentes Congregaciones. La asamblea tuvo carácter formativo, es decir, para orientar a los agentes que luchan contra la trata de personas. ¿Cómo identificar a las personas víctimas de trato personal? ¿Cómo hacer la prevención? ¿Cómo acompañar a una víctima de trata?

Tuvimos también orientación jurídica fundamentada en las leyes políticas nacionales favorables a las víctimas de trata de personas y sus formas de explotación en la realidad de los migrantes.

Una de las herramientas utilizadas para atraer víctimas hoy en día son las redes sociales digitales. Las mujeres son el mayor número de víctimas de los tratantes. Las situaciones de vulnerabilidad social como: la pobreza, el desempleo o la violencia intrafamiliar son los principales factores que hacen que personas ya frágiles caigan en las trampas de los seductores del narcotráfico.

Por lo tanto, no se puede culpabilizar a la víctima, es necesario conocer y tener en cuenta el contexto sociopolítico y económico que forma parte de la realidad original de la persona. Motivada por la Conferencia Latinoamericana, la vida religiosa consagrada está invitada a ser como las mujeres del alba, proclamar la vida y defenderla frente a todas las amenazas que la explotan, oprimen y transforman en mercancía. Se invita a la vida religiosa consagrada a tejer redes de protección con las autoridades públicas, con la sociedad civil para hacer prevención, para cuidar a las víctimas que sobrevivieron a la trata de personas, como las parteras de Egipto que fueron capaces de transgredir las órdenes del rey faraón y salvaguardar la vida amenazada.

Hnas. Sandra Duarte y Lizete Soares da Cunha