El pasado sábado 30 de noviembre concluyó la reflexión con los jóvenes de Misión Putumayo sobre Querida Amazonía y los sueños del papa Francisco para nuestro territorio.
A lo largo de los últimos tres meses la juventud ha compartido la reflexión del sínodo sobre la naturaleza, la realidad social, las culturas y el proyecto eclesial, apoyados también por el Tambo, las instituciones de salud, el SERNAP, los pobladores kichwas y secoyas, los profesores del internado y los misioneros que se encuentran en Soplín Vargas.
Tras conocer en los últimos días la realidad secoya y kichwa, sus historias y su modo de vivir en el territorio, el sábado cerramos el ciclo con una reflexión sobre la iglesia sinodal y amazónica que estamos construyendo: un espacio con una liturgia y formas inculturadas, solidaria y abierta, para trabajar en favor del medio ambiente, los derechos de los pueblos, el cuidado de la cultura y la construcción del Reino de Jesús y su justicia.
Concluimos compartiendo dulces navideños y chocolate para tomar fuerzas ante el final de curso, con la mente puesta en el final de las clases y la vuelta a comunidades