El pasado noviembre, organizamos en Tacsha un encuentro de jóvenes en colaboración con Santa Clotilde. Asistieron entre los dos puestos de misión un total de 35 jóvenes durante el fin de semana de todos los santos. No nos podíamos imaginar que iba a ser un fin de semana tan lleno de reparación, perdón y esperanza.
La temática desarrollada fue el sentido del sufrir, el sentido de vivir (llamados a una vida con sentido) y búsqueda de referentes cristianos que nos ayuden en nuestro caminar. Para esto contamos con la ayuda de la hermana Yanabel, el misionero laico Zach, Jasmín de la ODEC, el profesor Visente de Tacsha y el misionero laico Alfonso. También tuvimos un invitado especial: Ledgard, integrante del equipo coordinador de jóvenes del Vicariato, que viajó desde Iquitos para dar su testimonio a los jóvenes de la confianza, el perdón y cómo un joven vive su fe en el mundo de hoy.
Entre charla y charla, destacaron las dinámicas más vivenciales en donde los jóvenes pudieron profundizar en su historia y ofrecérsela a Dios (en la fogata pudieron escribir sus heridas y fueron ofrecidas a Dios en el fuego de su amor). El domingo, después de la celebración, esas mismas cenizas fueron echadas al campo e impuestas en una cruz en la frente, como símbolo del fruto que Jesús ofrece con nuestras pobrezas y nuestro dolor.
Hubo momentos de juegos, diversión y momentos de consolación, de oración personal y de acompañamiento individual con los misioneros. Los jóvenes salieron esperanzados, con nuevas amistades y con deseo de seguir avanzando en este camino tan precioso de amistad con Jesús.
Como misioneros, acabamos agotados, pero contentos y con nuevas ideas para el año que viene para el encuentro en Santa Clotilde.
Carmen Balguerías