Nuestra tarea misionera en Aucayo

En febrero del año 2023 cuatro misioneros ente ellos un sacerdote, son enviados por el Obispo al Puesto de Misión de Aucayo, donde siguiendo las directrices pastorales, ejercerán la tarea evangelizadora en el centro poblado y sus alrededores. Aucayo entonces cuenta con una Parroquia, posta médica, colegio en convenio, Ceptro, y una municipalidad; sus casas en mayoría son todas de madera y techo de calamina.

El Equipo Misionero conformado por el Padre Rafal Kipigroch, la hna. Ofelia Chaparro, el hno. Teddy Paredes y Jimmy Goñas trabajarán en conjunto para dar vida a la misión encomendada. La tarea misionera es grande, y esto se debe a que la tarea pastoral no solo es en el pueblo donde está la parroquia, sino que abarca todas las comunidades, que son en total como 33 y están a menudo lejos, por lo que implica organizarse bien para una visita adecuada a ellas a través de un trasporte fluvial. La gente del pueblo es como de costumbre amable, cercana, madrugan para ir a sus chacras o a la pesca, otros se dedican a vender cerca del puerto, y en cuanto a su fe religiosa conservan sus creencias ancestrales; la tarea evangelizadora del padre Severino Deshaies y las hnas. Ursulinas han concientizado en su mayoría a la fe católica, y es por eso que no dejan de concurrir los domingos a la Santa Misa.

Lo curioso es que justo en el sector del centro poblado el río Amazonas se desvía por 5 lugares, volviéndose a juntar de nuevo a varios kilómetros; hay 4 islas formadas por el producto de ese desvío, dos islas son habitables como Pihicho Isla y otras. Aucayo se encuentra en las riberas del quinto brazo por la izquierda como quien va a Tamshiyacu. Los pobladores dicen que el pueblo no era tal como lo conocemos hoy, sino que sus construcciones abarcaban cerca de 1000 metros más adentro, y ahora todo ha desaparecido debido a que el río fue carcomiendo poco a poco los terrenos. Eso es cierto porque desde que lleguamos hemos observado que así es, hubo plantaciones de plátano, pistas, puentes en quebradas y ahora todo ha desaparecido lentamente. Sería bueno que un geólogo hiciera un estudio serio, y en base a eso los pobladores podrían rehacer sus viviendas cerca o lejos del río.

En cuanto la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Aucayo, está bien hecha materialmente, faltan quizás feligreses que frecuenten los domingos o todos los días, pero ahí vamos de a poco, nada es de un día para otro, todo tiene su proceso.

Hay un total de 33 comunidades que en su mayoría están muy lejanas o distantes, y llegar a ellas es un reto grande ya que se tiene que gastar dinero en el pasaje y el combustible. En su mayoría las comunidades no tienen templo, la liturgia de la Palabra es celebrada en casas comunales. Hace falta que cada comunidad tome conciencia de la importancia de una capilla, pero el sincretismo cristiano (presencia de protestantes), crea confusión a los creyentes. Estas son las comunidades que están a la rivera del Amazonas cuyo centro poblado es Aucayo: Juan Velasco Alvarado; Dos de Mayo del Amazonas; Padre Isla; Santa Rosa del Amazonas; Lupuna I; Lupuna II; Lupuna III; San Antonio; Gallito; Unión Quebrada Aucayo; Contamanillo; La Libertad; Monte Verde; Yanayacu; Jerusalén; Nueva Yanayacu; Panguana II Zona; Centro Industrial; Gran Perú; Panguana I Zona. Estas son las comunidades que están dentro de la Isla casi al frente de Aucayo: Pihicho Isla; Nuevo Progreso; Tarapoto Isla, Independiente; Nuevo Amazonas; Nuevo progreso; Fátima; Muyuy I Zona; Santa Ana de Muyuy; Muyuy II Zona, Rafael Belaúnde.

Volvemos a repetir, el gasto para el transporte fluvial (pago del conductor del bote, gasolina, alimentos, materiales para la pastoral, etc.) es muy costoso. Necesitamos que entidades financieras o caritativas colaboren para la manutención de los misioneros y poder llevar la Palabra de Dios a aquellas comunidades. Si bien el Padre Severino y las Hermanas ursulinas ya plantaron el árbol, que de hecho ha crecido, es hora que los caseríos (comunidades) disfruten de sus frutos. ¿Se atreverá el equipo misionero a visitar todas las comunidades mencionadas?  Al parecer, es un desafío grande, dan miedo las corrientes del rio, los lagartos, las boas, los mosquitos, las hormigas, las cochas, el calor del sol, las lluvias torrenciales, los rayos, el hambre, la sed, etc. Sin embargo, Jesús el Buen Pastor, desde nuestro interior como una suave brisa, nos dice sonriendo: “Ánimo, no tengan miedo” (Mt 14.22-23).

Y en cuanto a la pastoral, este año y tal vez para los próximos, la catequesis ha tomado un nuevo paradigma. Hay tres grupos de catequesis: niños, jóvenes y adultos. El primer grupo abarca de 8 a 13 años, están incluidos los que se preparan para el Bautismo y la Primera Comunión y perseverancia; es curioso que, dentro de ella, hay evangélicos, que concurren juntos con los otros los días lunes por la tarde.

Nos cuesta entender por qué asisten solo a la catequesis y no van a misa los domingos a pesar de que se les insiste. Habrá que crear estrategias y así poco a poco concientizarlos acerca del valor y la importancia que tiene el domingo.

El segundo grupo son los jóvenes de Confirmación y también los otros quienes ya recibieron tal sacramento. Una gran ventaja de ellos es que colaboran con la catequesis de los niños, son los auxiliares de catequesis, están ahí ayudando, acomodando, limpiando, sirviendo, animando, corrigiendo, y, sobre todo nos da emoción ver a algunos de ellos enseñando.

Y el tercer grupo está conformado por los adultos y adultos mayores. Es un grupo familiar, hay parejas que se preparan para su Confirmación apuntando al Matrimonio. Algunos de ellos vienen de la comunidad de La Libertad caminando. El afán de este grupo es que crezca y así formar una comunidad parroquial, que de hecho casi todos van a misa los domingos. Está dirigido por el párroco y los animadores. Se reúnen todos los sábados por la tarde.

Así nuestra tarea misionera en Aucayo se va concretando o encontrando su ritmo. Para concluir citamos el pensamiento del Papa Francisco en su Exhortación Querida Amazonía donde dice: “Del río haz tu sangre… Luego plántate, germina y crece, que tu raíz se aferre a la tierra por siempre jamás y por último sé canoa, bote, balsa, pate, tinaja, tambo y hombre” (QA 95). Uno leyendo esto se entusiasma, pero cuando aterriza, le cuesta plantarse, germinar, echar raíces, ser canoa (nos da miedo a veces); pero vale la pena intentarlo.

Jimmy Goñas y equipo misionero de Aucayo