Tamshiyacu: la COVID-19 anima la fe de la comunidad

Leído y escuchado el decreto de emergencia desde el día 16/03/20 por el gobierno peruano, el consejo parroquial convocado por el P. Yvan Boucher tomamos acuerdo: ¿Cómo enfrentaríamos la pandemia covid 19 en el ámbito religioso? Nuestras actividades religiosas se verían afectadas porque no podríamos celebrar ni la misa al estar prohibido todo tipo de reuniones de más de 20 personas, y fruto de ello serían considerados focos de contagios. Entonces ante esta situación nos ingeniamos cómo estar cerca de la comunidad cristiana y decidimos realizar lo siguiente: la misa transmitida solo por radio local, todos los días santo rosario, la cadena de oración cada sábado hasta hoy (esta actividad fue sugerida por el alcalde), una catequesis radial que al inicio fue una vez por semana, luego los oyentes sugirieron que fuera LMV y luego seguían sugiriendo que sea todos los días. Facilitamos un número de teléfono a la comunidad para recibir las intenciones. Todos los días teníamos largas listas de nombres pidiendo que rezáramos por ellos. Las oraciones para los enfermos graves y fallecidos lo hicimos solo por llamadas del celular, p. Yvan celebró hasta un matrimonio virtual. Las necesidades pastorales eran continuas y urgentes… etc, etc. Pareciera que la pandemia nos iba a desanimar en la fe pero no, por contrario nos animó, nos fortaleció y sobretodo nos acercó más a la comunidad. Creo que la pandemia nos sirvió y nos seguirá sirviendo para seguir buscando cómo renovar estrategias de evangelización; de alguna manera la pandemia nos da buenas lecciones de humanidad, de solidaridad, sobre todo de la necesidad del amor de Dios.

Jovino Arimuya