Despedida de Tamshiyacu del p. Yvan Boucher

Gratitud que nace del corazón

Gracias Padre Yván, son las palabras que salen de la boca y del corazón de los agentes de pastoral, del grupo de las legionarias, de las catequistas y adolescentes.

Parece que fue ayer, cuando llegaste joven a esta amazonia, justo a esta parroquia Natividad de María en el año de 1983, espacio en el que te ordenaste para servir como sacerdote y entregar tu vida a la misión. Y después regresaste para quedarte con nosotros 13 años más.

Tus cualidades de cercanía, escucha, cariño, alegría, sencillez, espontaneidad y creatividad te han caracterizado, te hacen único en tu servicio y compromiso compartido en cada comunidad que has visitado, en esos ríos y quebradas navegados hasta llegar a ese lugar precioso para llevar la palabra de esperanza, de luz y amor por los más pobres y olvidados de la Amazonía.

Como no recordar, las palabras de gratitud bellas, expresadas en la celebración por las hermanas misioneras Adita y Anita, dando gracias por la vida compartida con el P. Yván, por todos los años en que se sintieron familia, acompañadas, escuchadas y comprendidas en esta búsqueda de hacer vida el evangelio, de trabajar en equipo, de estar atentos a las necesidades de los demás.

La gratitud brota del corazón por todo lo vivido y en especial por dar su vida sin medida, por su tiempo, por dar lo mejor de él, en cada momento, por su servicio y entrega con los animadores, con las catequistas, aguiluchos, con las legionarias, en cada fiesta patronal celebrada desde la sencillez.

Estas son palabras escritas por Niurka de 16 años: “Recuerda que te vas de este hermoso lugar dejando un gran legado en muchas personas y en nuestra prestigiosa Amazonía peruana. Nunca olvides que siempre tendrás un hogar y una familia en nuestro querido Tamshiyacu. Gracias por remar 40 años en la misión, con mucha entrega y humildad”.

La pequeñita Shivani de tres años le cantó una estrofa de unos de los cantos preferidos del padre Yván, Alabanza Amazónica. Un momento muy especial para todos los que estuvimos ahí, el pasado 22 de junio, al mirar y contemplar ese rostro de emoción, de sorpresa y gratitud por tanto amor recibido, en el padre Yván no tiene precio.

¡¡¡SIMPLEMENTE GRACIAS!!! PADRE YVÁN…