Hay más alegría en dar que en recibir, y doble alegría cuando sabes que una persona que no podía ver bien o casi nada, ahora gracias a la intervención quirúrgica, ha mejorado la visión total o parcialmente. Por todo ello las gracias a Dios y al esfuerzo de los misioneros, encabezado por el dr. Norberto, quien desde hacía mucho tiempo fue haciendo estas gestiones, contando con la colaboración de su hija Ana, oftalmóloga, y su equipo humano venidos desde España; y también al hospital de apoyo de Iquitos, cuyo personal encabezado por el Dr. Salazar y su equipo humano, aportó sus instrumentos biomédicos para la operación de catarata.

Se realizaron 200 consultas oftalmológicas, 52 pterigios y 34 cataratas

Nuestro agradecimiento especial a la inmensa generosidad de profesionales médicos, enfermeras, técnicos, nuestros bienhechores y todos los que hicieron posible esta campaña. Dios los bendiga y recompense su gran esfuerzo.

Sor Yanabel Fernández Burga